En pleno verano, durante el mes de agosto, Draconis Armatus se trasladó a la pintoresca región de Andorra para llevar a cabo un entrenamiento intensivo que combinó lo mejor de dos mundos: la técnica del judo y la fuerza del buhurt. Este encuentro fue una oportunidad única para seguir fortaleciendo nuestras habilidades como equipo, al tiempo que exploramos nuevas técnicas que complementan nuestro desempeño en el campo de batalla.
La primera parte del entrenamiento estuvo dedicada al judo, una disciplina que, aunque distinta del combate medieval, ofrece herramientas esenciales para mejorar el equilibrio, las proyecciones y el control del cuerpo a cuerpo. Bajo la guía de entrenadores experimentados, aprendimos a aplicar principios de esta arte marcial en situaciones de combate medieval, mejorando nuestra capacidad para reaccionar ante el contacto físico intenso y manejarnos con eficacia en el suelo.
El resto del entrenamiento se centró en el buhurt, nuestro campo principal, donde el equipo volvió a las bases, perfeccionando formaciones, golpes y estrategias. En un entorno como Andorra, rodeados de paisajes montañosos y aire fresco, el entrenamiento tuvo un componente tanto físico como motivacional, recordándonos la importancia de la disciplina y la conexión como equipo.
Estos encuentros fuera de nuestra rutina habitual no solo nos permiten mejorar nuestras habilidades, sino también fortalecer el espíritu de camaradería y unidad que define a Draconis Armatus. Andorra fue el lugar perfecto para desconectar del día a día y enfocarnos en lo que nos une: la pasión por el combate medieval y el deseo de seguir creciendo como equipo.
El entrenamiento de agosto nos dejó con aprendizajes valiosos y con la convicción de que, al integrar disciplinas como el judo en nuestra preparación, estamos llevando a Draconis Armatus un paso más allá. ¡Con ganas de volver al campo de batalla y aplicar todo lo aprendido!